29 de agosto de 2012

IMPOSIBLE MULANJE


La siguiente parada de nuestro itinerario era Mount Mulanje que se compone de unos 20 picos de 2500m y el mayor alcanza los 3002m (el más alto del África central). Para eso, desde Majete teníamos que volver a Blantyre (que no visitamos en ningún momento pero nos sirvió de parada y repostaje), y de ahí directos a través de la M4.
 Llegando a Mount Mulanje

Mount Mulanje se encuentra en el sureste del país en la frontera con Mozambique, llegamos con el tiempo justo para poder solicitar un guía que te acompañe a la cima; bueno nuestro plan era hacer la ruta FÁCIL que aún así llega a los 2500m, pasar la noche y al día siguiente bajar. Esta ruta se hace en 3-4h así que como muy tarde hay que estar poniéndose en marcha a las2 porque a las 6 oscurece. 
Durante el recorrido hasta la ciudad, viendo como se va acercando la montaña puedes ver los campos de té. Una imagen maravillosa.
Tenemos a nuestro guía, Christopher, que hay que pagarle Mk2500 (10$) por día; y empezamos a subir. Sabíamos que estábamos en baja forma y por eso decidimos hacer la ruta fácil, pero no llegamos a la parte fácil (los últimos 40 minutos del recorrido en la planicie a 2500m) porque todo, TODO, era en cuesta muy empinada. Nada de “vas subiendo pero no te das cuenta” NO. Como si te pusiese a subir 2500m por todas las cuestas de Toledo o, en su defecto, de Albalate del Arzobispo (que en cuestas nada tiene que envidiarle). Así que, después de preguntarle varias veces a Christopher cuando exactamente llegaba la mejor parte de la subida y comprobar que la respuesta más acertada era NUNCA! Decidimos recular y sobrevivir! Nos rajamos (me rajé), sí, en toda regla. En mi defensa tengo que decir que el pico más alto “Sapitwa” significa “No vayas” o “El lugar al que no se puede llegar” y yo añadiría LOCO! Pero hicimos otra rutita alternativa (que no es que fuese mucho más plana pero sí más corta) a ver la catarata “Old’s Man Pool”. Esta catarata son pequeñitas en comparación con las que vimos en Majete, pero tienen más fácil acceso y después de esa caminata puedes remojarte la cara, que no es poco! Cuenta la leyenda que quienes encontraron las cataratas, llegaron a la “piscina” y vieron un ser en ella (un espíritu, como tantos en las montañas) y en cuanto les vio llegar desapareció, de ahí el nombre de las cataratas.

 Christopher nuestro guía



Pasamos la noche en el CCAP Likhubula en habitación compartida aunque estábamos solos por 11$ cada uno. Estos CCAPs son organismos de cooperación, la mayoría con trayectoria religiosa. En este caso, donde nos hospedamos tenía la función de orfanato para niños y niñas de la zona (no solo huérfanos sino también niños desatendidos); y pese a que normalmente no se quedan a dormir todos allí, ese día allí estaban. Ducha caliente, cenita y a la cama. 


Trabajadores y campos de té a los pies de las montañas

Más aventuras, más adelante.

26 de agosto de 2012

GO, GO, GO!


Como dije anteriormente, salimos de Chongoni por la mañana tempranito, pero no tanto, sobre las 8, que tampoco es mala hora! Bueno, pues 6km por una carretera de tierra y un buen rato después nos llega un SMS al móvil. ¡Nos habíamos llevado las llaves de la habitación! Había que devolverla. Total que giramos y de repente nos para la policía. Un señor muy agradable que nos indicó que habíamos excedido el límite de velocidad y por tanto teníamos que aportar a las arcas del estado la cantidad de Mk5000 (20$). Le explicamos la situación, y pese a tener que pagar la multa como todo hijo de vecino se ofreció a devolver él mismo la llave ya que conocía el lugar, eso que nos ahorró. Si la devolvió o no, eso ya no lo sabemos, pero lo cierto es que los del Kazela Forestry Resthouse no volvieron a llamarnos, así que asumimos que sí. Sobre la multa hay que decir que luego nos dimos cuenta que los coches que venían en dirección contraria te avisaban de los controles policiales de velocidad, así que ibas con eso en mente.

Típica localidad en Malawi

Nuestro siguiente destino era Majete Wildlife Reserve, al sur cerca de la frontera con Mozambique, pero como apenas suministros (el Spar estaba más bien falto), paramos en Blantyre  a comprar. Y como viene siendo la tónica de nuestro viaje nos olvidamos de dos cosas importantes: el hielo y el carbón! No pasa nada, comimos y seguimos adelante.
Llegamos al parque a eso de las 4 de la tarde (anochecía a las 6-6:30) y lo primero que hicimos fue un Game Drive con nuestro maravilloso Ranger llamado Damiano. Bueno, miento, lo primero fue plantar la tienda de campaña en la que íbamos a dormir esa noche junto a la de los lugartenientes que nos prepararían posteriormente la cena. La ruta en coche se hace en tú coche (íbamos de barato, nada de 4x4) y el señor Damiano se sube con su arma correspondiente (yo la llamaría metralleta, pero no entiendo de armas y podría ser cualquier otra cosa) como protección. Durante el camino vimos varios animales y Damiano nos fue explicando. De repente, un grupo de elefantes a la izquierda. Lamentablemente a uno de ellos no le gustamos mucho y…
Mejor explicar primero cuál es el peligro del elefante (y de los hipopótamos):
Ambos animales, aunque son herbívoros son extremadamente peligrosos. El hipopótamo es el animal que más muertos causa en África ya que una mordida puede dejarte en dos pedacitos. Además son animales muy territoriales y muy protectores. ¿Qué quiere decir esto? ¡No les pises el terreno! ¡No te acerques a sus crías! (ni a ellos si están con crías) ¡No te acerques si está solo! y por Dios, no te hagas el gracioso! (esto último se explicará en posteriores capitules de “Qué no debo hacer cuando tengo a un elefante delante”). Con esto, podemos decir que los elefantes tienen claras señales de aviso previo a un ataque (¡míralos que buena gente son que te avisan!):
1- Aleteo de las orejas.
2- Elefante barritando.
3- Elefante levantando polvo (normalmente con la trompa).
4- Elefante embistiendo.
(El hipopótamo hace parecido)

Sigamos con la explicación de lo que ocurrió con ese elefante. Como dije, no le debimos de caer muy bien a simple vista. Y lo primero que hizo fue aletear las orejas y sin dejar tiempo a respirar barritó, se le olvidó levantar polvo y es que echó a correr tras nosotros. Afortunadamente Damiano nos dijo “Go, go, go!” y cuando parecía que ya no venía paramos. Llevábamos un coche (del lodge de los ricos) detrás, es sí un 4x4 con conductor… Volvimos a oír al elefante y… La cara del conductor y del Ranger del coche de atrás estaba totalmente desencajada y nos venían pisando los talones así que de nuevo: “Go, go, go!” Ahora sí, una vez pasado un rato corriendo el coche de atrás aminoró la velocidad, y consecuentemente nosotros también y yo, sólo entonces respiré. Damiano y N iban riendo ya, pero yo seguía con sustillo en el cuerpo. Paramos a sacarnos fotos junto al río. Había varios cocodrilos y solo vimos a un hipopótamo. La vuelta fue más tranquila. Una duchita de agua caliente y nos prepararon unas hamburguesas con un tomatito que estaba…. Y a dormir!


 Waterbucks con su anilla blanca en el trasero

 Bushbuck

 Waterbuck sentado

 Búfalo

 Elefante cabreado, sí este nos persiguió

 Grater kudu

 El cocodrilo

Damiano y S frente al río

La noche en general fue tranquila, pero después de la experiencia con el elefante no se duerme igual sabiendo que no hay nada que separe la zona “salvaje” de la zona de acampada, pero bueno.
A la mañana siguiente, tempranito (a las 7) vino a buscarnos Damiano para hacer el “Walking Safari” y el con su metralleta y nosotros nos fuimos en fila india. Por un lado queríamos ver elefantes, pero no queríamos encontrarnos con el antipático del día anterior. La verdad es que vimos menos animales, todo tipo de antílopes y muchos “pumbas” pero nada más. Caminamos hasta las Cataratas Kapichira y menudo espectáculo. Tienen una presa que ensucia la vista, pero gestionan el agua que llega a la central hidroeléctrica que facilita electricidad a parte de la población. ¿No está mal, no? 
 N y Damiano, siempre en fila india

 Presa y Catarata Kapichira

 Catarata Kapichira


Había waterbucks por todos lados

Volvemos al campamento base y ¿quién estaba al lado del coche? Un warthog! (nuestro amigo Pumba nos ha acompañado durante todo el viaje) Y no te creas que se molestó al vernos, pasó de nosotros!!

 Pumba de cerca

Pumba a la izquierda y nuestro coche a la derecha

Y ahora sí, recoger, guardar, montarse en el coche, y hasta la próxima parada.

21 de agosto de 2012

VISITA RÁPIDA Y CHONGONI


Ya hemos vuelto de vacaciones a la dura vida laboral y estudiantil. Este año nos hemos ido 2 semanitas a Malawi y poco a poco iremos contando todo lo que hemos hecho. Esperamos que disfruten al menos un poquito. Nosotros disfrutamos mucho.











Aterrizamos en Lilongwe alrededor de las 12:30 y en la pista de aterrizaje había un avión que ponía: UNITED STATES OF AMERICA “¿Y eso?”. Resultó que H. Clinton estaba de visita en el país. Ya nos estaban esperando con el coche de alquiler para ir a firmar el contrato al Old Town Centre. La primera vista rápida de la capital es más descorazonadora; y es que, a diferencia de Luanda y Angola, Malawi es un país tremendamente rural con casitas de adobe alrededor de la carretera principal y a la capital carece de esos grandes edificios que pude ver en Luanda.
La realidad es que Malawi es uno de los países más pobres del mundo, pero como fuimos viendo poco a poco tienen una mentalidad enfocada al futuro que abarca más de dos días. Todos aquellos con los que hablamos valoran la educación y son conscientes de que el futuro de sus hijos está en ella y por tanto reducen el número de hijos para poder pagarles los estudios, son conscientes de que los niños no son mano de obra que les ayudarán en su trabajo sino de que tienen que darles una mejor salida y son caros por mucho que te alegren la vida. Otra de las cosas que nos sorprendió y que volveremos a repetir es la iniciativa para que en todos los pueblos por pequeños que sean tengan electricidad, y como en muchos de ellos, la obtienen a través de paneles solares. La industria maderera debe ser fuerte pero en todos los sitios que estuvimos y vimos las grandes talas estaban repoblando. Esto que a muchos nos parecerá normal, no es lo que se percibe en otros países africanos, ni en otros países en vías de desarrollo.
Una vez tuvimos el coche en nuestras manos, lo primero que había que hacer era hacer acopio de víveres para unos cuantos días, pero en domingo el Shoprite no abre y el Spar estaba escaso así que hicimos lo que pudimos, pero al menos nos dimos cuenta en ese momento de que el maletero del coche no cerraba bien. Sin problema nos lo solucionaron y por fin, nos pusimos en marcha hacia nuestro primer destino.
Chongoni Rock Arts se encuentra en Chongoni Mountain a unos 6km antes de llegar a Dedza. Cuando vimos el sitio donde debíamos quedarnos quisimos correr! Lo cierto es que para ser la primera impresión del país nos quedamos muy desilusionados. ¿Todos los sitios iban a estar tan mal? Sucio, cutre y, al menos ese día, sin agua corriente. No caliente, sino CORRIENTE. ¡Nos habríamos dado una ducha con cubitos de hielo si hubiese habido, pero no! Así que viendo el panorama, nuestra primera idea fue ir a ver las pinturas rupestres de Chongoni que, a diferencia de Tchitundo-Hulo, sí están más protegidas. Cedrick nos acompañó a hacer el recorrido y nos enseñó las pinturas que, según él, habían sido pintadas hacía mucho tiempo por enanos ¿??? Las pinturas eran como cualquier otra rupestre, pero las vistas desde la montaña eran espectaculares. Con la bajada nos dimos cuenta de que era demasiado tarde y de que probablemente llegaríamos a Dedza sin luz así que finalmente nos quedamos en el Kazela Forestry Resthouse con su mala pinta, pero cenamos un pollo frito con papas….

 Pintura de Chongoni

 Panorámica N y Cedrick

S y N con las pinturas


A la mañana siguiente había que salir temprano para llegar a nuestro nuevo destino, ya les contaré.