26 de marzo de 2014

Nepal: Pokhara (segunda parte)

Nuestra visita a Nepal iba a ser corta, y muchos de esos días los pasamos en Katmandú; pero no puedes estar en Nepal y no acercarte a las montañas.
Organizamos nuestro viaje con una de las tantas agencias que hay por Thamel, y que ofrecen todos los servicios y actividades que quieras realizar; tanto en el camino a Pokhara como en la misma ciudad. 
Madrugamos para coger una guagua (autobús) turística (vieja, vieja, vieja) y nos dirigimos a Pokhara. A las 3 horas de viaje (a mitad más o menos) paramos en Tirsuli e hicimos rafting. La empresa de rafting está a orillas de la carretera y todas las guaguas que pasan por allí paran en una u otra de estas pequeñas empresas para hacer distintas actividades acuáticas. El grupo lo componíamos 2 australianos, nosotros 2 y 14 estudiantes de India. La ruta eran alrededor de 2h con una paradita poco antes del final. Es cierto, que no hay tantos "rápidos" y que parte del camino es bastante tranquilo, pero vale la pena disfrutar del paisaje y la experiencia. En todos los botes cayó al menos uno al agua (¡y no fui yo!), pero agua nos llegó a todos.
Durante el trayecto vimos niños picando y transportando piedra de un lado del río al otro (que te deja un poco helado la verdad), y un paisaje maravilloso. Paramos en una playita de arena blanca en una zona en la que el río estaba bastante limpio.



Cuando terminamos comimos (arroz, pollo y curry muy bueno) y nos montamos en otra guagua (esta vez local) para llegar a Pokhara otro tanto más tarde. No iba hasta los topes, pero los conductores cogen unas velocidades por esas carreteras y hacen unos adelantamientos que no sé si es mejor que vaya muy llena y así no lo ves.


Llegamos a Pokhara tarde y lloviendo y allí negociamos un taxi hasta el hotel. La ciudad de Pokhara tiene unos 3 millones de habitantes, aunque es probable que si la visitas sólo te quedes (como nosotros) en la zona del lago y no veas mucho más.
El lago es espectacular y tienes las montañas al lado así que tienes una fotografía impresionante. Hay diversas actividades que puedes hacer, que te ofrecen desde que llegas en todos los hoteles y en todas las tiendas. Para nosotros iban a ser 3 días (y 1 era de viaje), así que decidimos tomarlo con tranquilidad y relajarnos.
Por la mañana paseamos por el lago a tantear nuestras opciones. Hay varios puntos dónde puedes alquilar una barca (con o sin "capitán", para 2-4-8 personas, a remo o a pedales...), los precios no varían mucho si piensas en € o $. Nosotros elegimos una barquita a remo que tripulamos nosotros y así "surcamos" el Phewa Tal (el lago).


En el lago se pueden hacer también varias cosas: dar vueltas sobre sí mismo porque reman para lados contrarios es una (y hay gente que lo hace), parar en una pequeña isla-templo Varahi Mandir y subir a la World Peace Pagoda.
Con respecto a Varahi Mandir, no hay mucho que ver, pero si es un buen sitio en el que tomar fotos tanto del lago como de la montaña.

 
Pero la parada obligatoria es en el World Peace Pagoda que puedes hacerla por el lago y luego una caminata montaña arriba de 1h aproximadamente, o en transporte público desde la ciudad. 
Empezamos a subir montaña arriba (no es recomendable ir por la tarde por el calor) y ¡cómo se agradecía el sol! (viviendo en Dinamarca eso escasea) y ¡cómo quemaba el sol! (la subida aún así se hacía dura). Hay distintos "restaurantes" (4 sillas, 1 mesa y una cocinilla) y hostales por el camino, lo que es indudable es que merece la pena subir a pie. La belleza del paisaje es impagable.

Y una vez arriba, disfruta, de las vistas, del silencio, del monumento...


Existe la opción de pasar la noche en uno de los hoteles de la cima (puedes acampar) y ver desde allí el amanecer sobre el lago y las montañas.
Nosotros volvimos a Pokhara y fuimos a cenar, muchos de los restaurantes tienen música en directo y nuestra experiencia dice que vale la pena. Cenamos barbacoa en el Paradise (RI-QUÍ-SI-MA).
A la mañana siguiente madrugamos. Nos llevaron en taxi desde el hotel y luego subimos la montaña para ver el amanecer en el Annapurna. A las 5:30 empezamos a subir montaña arriba. No llegamos hasta la cima (esto es una montaña en frente) de Sarangkot sino que nos quedamos unos 100 metros más abajo (y menos mal porque arriba se llena de gente). Estuvimos solos la mayor parte del tiempo y vimos la progresión de la luz llegando a las montañas y cambiando todos y cada uno de los matices. Luego llegó una familia que en lugar de mirar se hacían fotos y hablaban, pero es lo que ocurre en estos casos.



 ¡Menuda paz!




Pero ahí no acabó nuestro día. ¡Qué va! Sólo eran las 7:30 de la mañana. A medio día, fuimos a hacer parapente. Pokhara es al parecer uno de los mejores lugares del mundo para hacerlo y nos tiramos a la piscina. La pena es que a partir de las 10 más o menos empiezan a nublarse las montañas, probablemente el primer turno de salto es el mejor, pero nosotros no tuvimos opción de elegir.
No hay palabras para describirlo, realmente es algo que deberías probar. Ojo, puede que no te guste; pero la sensación es inigualable. Nosotros lo hicimos con Sunrise Paragliding.
 Si tienes a un piloto "molón" no
tiene precio



 Si es un poco soso, es una experiencia
distinta

Nosotros repetiremos, ahora solo falta buscar otro sitio.
Después de esto hay que buscar un sitio para bajar la adrenalina...
Y vuelta a madrugar para volver a Katmandú y regresar a CPH. Esta vez la vuelta fue en guagua turística (un poco menos vieja, pero las 7h de viaje no te las quita nadie).

Ahora sí, Nepal se acabó para nosotros, pero les dejamos alguna foto más.
 Las barcas multiples

 Varahi Mandir
 Entrada a la World Peace Pagoda

 Atardeceres desde el lago
 La flor nacional

 Otra actividad que puedes hacer a orillas del
Phewa Tal


 Distintas panorámicas desde 
Sarangkot
Vista del lago y Annapurna desde 
Varahi Mandir

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