24 de junio de 2015

La escuela, qué tenemos

En la entrada anterior hablé de la alimentación que reciben en la escuela los niños que asisten a Good Hope, y también comenté otras cosas que me sorprenden de la escuela, entre ellas los recursos.

Si entras en el colegio, probablemente te sorprenda, cosiste en dos aulas, una cocina que tiene un fregadero, un estante y un hornillo de carbón, platos y vasos de plástico (la única que tiene tenedor soy yo hasta que empiece a comer con las manos).

Las aulas tienen sus mesas y sillas, tenemos folios, libretas, lápices y libros para dar clase. Pese a que tenemos todas estas cosas, las aulas parecen vacías. Se respira ese aire que te dice que es una escuela a base de voluntarios y una maestra sin titulación con ganas de aprender (de hecho quiere formarse para ser profesora de educación especial). Pero si me paro realmente a pensar, como alumna, no creo que en mis clases necesitasemos mucho más, aunque probablemente tenía muchísimo más. 

¿Nos hace falta mucho más para aprender? Pues el aprendizaje es una conducta social así que personas dispuestas a aprender. Y digo personas, no alumnos ni profesoras/es. Cierto es que parece que si hay un adulto intermediando el aprendizaje parece que es más formal, pero... En una charla de la plataforma TED (no recuerdo exactamente cual), un profesor universitario indio dejó en una barriada pobre un ordenador que sobresalía de la pared (como un cajero automático) en él había información a nivel universitario de biología molecular (si no recuerdo mal). Para no enrollarme, el resultado era que esos niños y niñas que sabían leer pero no sabían nada de biología molecular, terminaron adquiriendo todos esos conocimientos a la perfección simplemente por su curiosidad y su acercamiento a la información como un juego (por supuesto, estos conocimientos no les eran muy útiles en su vida diara, pero...). Quiero decir, lo que realmente nos hace falta es curiosidad

Me ha quedado claro que mis alumnos y alumnas son curiosos, de momento ya saben dónde está España y dónde quedan las maravillosas islas Canarias entre otras cosas.

Otra de las cosas que tenemos son las ganas de aprender y de crear (algo que se suele limitar mucho por aquí), y como tenemos parte del temario terminado, me siento con la total libertad de darle una vuelta de tuerca a las clases, y a ellos parece que les encanta. De esta manera ponemos a trabajar otras habilidades que necesitamos potenciar.

De momento, una de las niñas ha arreglado sus cholas (chancletas) con una bolsa de plástico en lugar de hilo.

(Trabajandomla motricidad fina, la atención y la consecución de instrucciones...)

Y ahora empiezan las vacaciones...

Conversaciones a media vela (versión española)

Con el paso de los días mantengo una relación más estrecha con los trabajadores/as de Mayoka Village. Es un momento ideal para conversar y entender realmente sus ideas ante distintos temas. De hecho, sé que me queda mucho para acabar esta experiencia y ya siento cuánto les voy a echar de menos.

Uno de los primeros temas de conversación gira en torno a la situación de la mujer en este país. En general, es un continuo de contradicciones. Todavía se paga la dote cuando contraen matrimonio, todavía es la mujer la que "comete errores" al quedarse embarazada siendo adolescente, todavía es la mujer la que "busca trucos" para agarrar a un hombre; aunque según dicen muchos, este es un país que favorece a la mujer. A mi no me queda muy claro en qué se le favorece: cuidan de sus hijos, cocinan y se ocupan de la casa, las que trabajan fuera del hogar suelen no tener marido (ellos no quieren que trabajen), hasta hace poco si se quedaban embarazadas estudiando se les expulsaba de la escuela y no volvían a tener acceso a a la educación, en las zonas más rurales sigue existiendo la poligamia... Cierto es que tienen tres meses de baja maternal legado de las leyes británicas. Y pueden divorciarse fácilmente si quieren (pero sin un sueldo con el que mantenerse esta suele ser decisión de los maridos). Pero cuando escuchas a alguien decir "yo no me vuelvo a casar, así estoy segura" (emocional, económica y en muchos casos también físicamente), deja claro que aunque se haya avanzado mucho todavía queda otro tanto por conseguir.

Otro gran tema de conversación (menos contradictorio que el anterior) es la religión. La mayoría son creyentes (católicos o musulmanes mayoritariamente), van a misa los domingos, se reza en los colegios a la hora de la comida, en definitiva está muy intrincado en la rutina diaria. Pero surgen nuevas "iglesias" más allá de las tradicionales (testigos de Yehová, evangelistas...), y pese a todo, encuentras a algunos que no creen en Dios; que creen en la persona, que pese a estar rodeados de gente que directa o indirectamente presionan para que acudan a misa y "no vayan al infierno" se mantienen fieles a sus principios y respetan las creencias de los demás. 

Como último tema de día la homosexualidad. No podía creer lo que oía. Si bien hay mucha gente que aún considera la homosexualidad como algo no-normal, algo que no está en la biblia (en Nkhata Bay la mayoría son católicos), algo que no es "tradición" en la cultura malauí.  Pero también encuentras personas e incluso la iglesia católica, que se posicionan del lado de que cada uno elija lo que quiere ser. 

La conversación de hace unos días me encantó, me sorprendió y espero que sorpresas agradables sigan viniendo.

Maua a todos!

16 de junio de 2015

Un día cualquiera

Ahora sí, ahora estoy instalada y he empezado el voluntariado en el colegio.

Tras la llegada vinieron los días de adaptación. Las primeras noches en una de las habitaciones y ahora por fin en mi lugar permanente. Me costó acostumbradme al ruido de los monos por la noche saltando en el techo de mi cabaña. Tanto que me despertaban por la noche y ponía los podcasts de Buenos días Javi Nieves y Mar Amate descargados en el móvil, a ver si con el ruido se calmaban. Eso ya se me ha pasado, ahora ni los oigo.

Pero en mi casa nueva tengo más espacio que la cama. Parece más grande de lo que es, pero me sobra espacio. Consta de un dormitorio en la parte de arriba, un baño, una salita y una terraza aunque aún no la he utilizado porque la terraza del bar-restaurante está genial. Si la primera habitación tenía una vista de lujo, en esta tengo definitivamente la mejor vista de todo Mayoka Village. El lago perfecto, las montañas frondosas... Vaya lujo.


Camino un poquito al colegio y en el camino me encuentro con muchos de los habitantes que no viven en el centro de Nkhata Bay sino en los alrededores. Te conozcan o no, los conozcas o no, lo habitual es, dar los buenos días y preguntar qué tal está acda uno. Ya cuando llego al colegio está Madam Zione limpiándolo, y a la batalla.


A la vuelta, un poco de lago y a disfrutar del atardecer y de la noche estrellada. Ahora queda investigar cómo llegar a la playa desde aquí.



Como se dice por aquí, nos vemos "maua" (mañana).


10 de junio de 2015

Una vuelta a la escuela

Llevo dos semanas en el cole otra vez. Estoy ejerciendo de profesora voluntaria en el colegio Good Hope de Nkhata Bay. Por lo hablado con los locales, en Malaui hay muchos colegios que son sponsorizados de forma privada y para los alumnos es gratuito, y no tantos colegios públicos. En este caso el colegio tiene el inconveniente de que cambian de profesor/a cada tres meses. Y aunque se intenta mantener una continuidad y hay un curriculo establecido, este cambio no debe ser fácil para los niños/as aunque se quejen poco.

Muchas cosas me han sorprendido hasta ahora: la alimentación, los recursos, las capacidades individuales, el respeto, lo suprefluo...
Pero no voy a echar una "chapa" de cada una de estas cosas.

La alimentación que damos a nuestros niños intentamos que sea la mejor, entre otras cosas condicionará su salud y su desarrollo; ¡normal que nos preocupe tanto! ¿Cómo cambiaría el desarrollo y el aprendizaje de estos/as niños/as si su alimentación fuese, en definitiva, más completa? No es que coman mal, no es que abusen de dulces y golosinas (tampoco es que no tengan acceso a ellas), es que la comida es muy repetitiva. 

Una de las mamás cocina en el cole la comida para los niñs y las dos maestras (Madam Zione y yo, Madam Sara), ella y otra cocinera comen un poco de lo restante. Un día se come verduras, otro pescado que se deja secar, otro pollo, más verdura y como sumplemento a todo arroz o "nsima" (una pasta de millo o maíz). De esto último es de lo que más se alimentan los niños (y mayores) del país, día y noche. Afortunadamente es un país rico en agricultura, así que verduras todas las que quieras.

El otro día me acordé con una sonrisa de mi madre (y todos los libros de cocina que puedas encontrar) cuando una niña trajo una naranja verde y tras pelarla se comió, lo primero de todo, la piel blanca que recubre la naranja. ¿Entiendes por qué me reí? Cuántas veces habré oído (y leído) eso de, "la parte blanca de los cítricos hay que quitarla porque da amargor" (de hecho también se lo dije hace poco yo a mi hermana). Pues no señores, aquí se come.

(Este es nuestro patio al que salir a jugar)

Hasta la próxima y buena suerte.


8 de junio de 2015

El que espera ¿desespera?


El que espera¿desespera?

Definitivamente el tiempo no se mide de la misma manera en distintos lugares del mundo.

La espera en un vuelo tras otro hasta llegar a Malaui. La esperaen una fila para que sellen tu pasaporte, suspira, cambia el peso de una pierna a otra... Hagas lo que hagas, esperarás hasta que llegue tu turno. Y luego espera hasta que salga tu maleta, si sale. Entonces, ¿desesperas? Un poco, tampoco nos engañemos, 3 meses aquí y todo lo que tienes es una muda, pero esperas que tal y como dicen aparezca tu maleta (3 días después sigo esperando).

Esperas en tráfico, esperas a que preparen tu cena (mucho más de lo que esperarías en España, y el resultado es delicioso). Y esperas, esperas 2'5h a coger la guauga (autobus). 1h que te adelantaste tu, y otra 1'5h que llega tarde. Y mientras esperas, conoce a los que tr acompañarán en el largo viaje quete espera.

Si el viaje es largo, pero aprovéchalo. Observa el paisaje, los pueblos del camino, como pasas de un lugar seco y árido a un lugar frondoso. Y si se hace tarde, como fue en mi caso, fíjate en el cielo, tal y como dice "La leyenda del pincel indio" el cielo se cubre de naranjas, violaceos y azules. Y poco apoco en este cielo que desconoce lo que es la contaminación lumínica aparecen las estrellas. Unas brillan más, otras son más grandes, otras están más lejos, otras más vivas, pero hay tantas...

Y por último, espera, espera un sueño reparador y calmante, espera que haya buenas noticias sobre tu equipaje, espera que el sonido de las olas contra la orilla acabe con tus inquietudes, espera que con este amanecer, todo cambie.



PD: parece que la maleta llegará mañana!


4 de junio de 2015

Malawi 2.0

Contando las horas...

Así estoy, contando las horas para llegar de nuevo a Malawi esta vez como reto y aventura personal. 

Nervios, miedo, eso es lo que llevo sintiendo unos días. Nervios y miedo por los mismos motivos: por ver cómo será realmente esta aventura, por si todo saldrá como es previsto, por si tendré algún percance o todo irá como la seda, por si estaré a la altura...

Y al mismo tiempo con esa seguridad de que realmente está todo en mi cabeza, que efectivamente todo saldrá bien, que disfrutaré y aprenderé de esta experiencia a partes iguales, de que echaré de menos la aventura una vez haya terminado (y eso que aún no ha empezado).

Pero son esos nervios, ese disconfort hacia la incertidumbre, hacia lo desconocido propios de la especie. Es en estos momentos cuando tengo que recordar que el miedo es una emoción primaria y como tal, universal, y que sirve para algo. Pero que hay que ser cautos con él, que el miedo no se apodere de ti, que no te paralice o estarás acabado/a. 

La mochila está hecha. La hoja de ruta inicial también, el resto no está de mi mano (y de ahí los nervios y el miedo). Me quedan horas para iniciar la aventura y otras muchas horas hasta llegar a mi destino. De momento 17h hasta llegar a Lilongüe y posteriormente otras 7h de guagua (autobús) hasta llegar a Nkhata Bay.

Hasta entonces, mucha suerte y se feliz; los próximos 3 meses son tu aventura.