29 de septiembre de 2015

Área de Sultanahmet, Turquía (versión española)

Por fin algo de turismo por Estambul, y es que después de casi un mes aquí lo mejor ha sido aprovechar una visita para empezar a ello.



Probablemente la mayoría tenga una imagen del skyline turístico de Estambul: las mezquitas, los minaretes, el Bósforo, el Cuerno de Oro atravesado por el puente de Gálata. Pues eso mismo iba yo buscando después de tanto tiempo por aquí. Así que zapatos cómodos y a decidir cuánto y a qué ritmo quieres ver los edificios que hacen tan particular ese skyline. Afortunadamente, muchas de las atraciones turísitcas están bastante cercas unas de otras, pero hay tanto que ver, es tan inmenso todo que el "afortunadamente" se queda reducido a: "Pues ya sé que ruta en transporte público tengo que hacer mañana".



Lo primero con lo que tienes que contar es que las mezquitas que están en uso para el culto, están cerradas durante las horas de rezo (Mezquita Azul, Pequeña Santa Sofia, Suleymaniye, Mezquita Nueva...), y que Santa Sofía o Hagia Sofía tiene horario de cierre. Lo segundo es que es probable que tengas que hacer cola durante un rato; nosotros tuvimos suerte y es que coincidió nuestra visita con una semana de vacaciones en Turquía donde muchas atracciones estarían cerradas (alrededor del 24 de septiembre).

Hagia Sofía con casi 1500 años de historia es un edificio imponente. Se encuentra rodeada de jardines y frente a ella se alza la Mezquita Azul. Mandada a construir por el emperador bizantino Justiniano como una iglesia en el 537, se transformó en una mezquita en 1453 y en 1935 Ataturk lo convirtió en museo. Hay múltiples puntos donde pararse durante horas, los mosaicos, las puertas, las vistas... Es curioso ver las firmas de los sultanes escritas en árabe rodeando a un Cristo. 


Al salir de aquí, tuvimos la oportunidad de estar tranquilos haciendo fotos junto a la Fuente del Kaiser Wilhelm mientras en la Mezquita Azul terminaban con los rezos. Los edificios son muy distintos, por dentro y por fuera. Uno es un museo y el otro un lugar de culto. Y sobre gustos no hay nada escrito, en casa no nos pusimos de acuerdo con cuál nos había gustado más. Al entrar en la Mezquita Azul, las mujeres nos cubrimos la cabeza y llevamos túnica en caso que fuera necesario y todos nos quitamos los zapatos (ritual que se repite en todas las mezquitas en señal de respeto). El edificio fue encargado por el Sultan Ahmet I, ahora ya no se ve azul pero en su día las baldosas se veían así y de ahí su nombre. El ambiente es totalmente distinto pero igual de impresionante.



En la misma zona se encuentra la Cisterna Basílica. Esta estructura subterránea también fue ideada por el emperador Justiniano en 532. La posición de las 336 columnas tiene un efecto hipnótico. Estas columnas son simples salvo una, "la columna que llora". Además dos columnas tienen una cabeza de Medusa cada una, ninguna de ellas en la posición que uno esperaría. 



Para terminar, existe en la zona otra pequeña mezquita llamada Pequeña Hagia Sofía construida en el 527 (antes de que Justiniano mandara a construir Hagia Sofía) como una iglesia y alrededor de 1500 fue convertida en una mezquita aún en uso. Mucho más pequeña y sencilla que las anteriores sigue manteniendo solemnidad y una luz que da paz.

Yarin

 El Cristo y los Sultanes

 La Mezquita Azul desde Hagia Sofía


 Interior de la Mezquita Azul


 Mezquita Azul iluminada

 Hagia Sofía iluminada




 Pequeña Hagia Sofía


Las dos Medusas de la Cisterna Basílica

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