6 de septiembre de 2015

Montar a caballo en Kande, Malaui (versión española)

Últimas dos semanas de mi estancia en Malaui. Con la visita de una gran amiga de la infancia (y siendo este su primer viaje a tierras africanas) un "safari" era obligatorio; y dado que se nos dio tan bien el primero, repetimos yendo a South Luanwga.


Esta vez pudimos ver con mayor claridad muchos animales durante el día (principalmente los leones que estaban a 2m de nosotros devorando un hipopótamo). 




De vuelta en la bahía, 3 días de colegio y de nuevo a disfrutar del descanso. No sin antes hacer una últuma comida en Njaya Lodge para apreciar las vistas de Chikale Beach sin el alboroto de los domingos.


Sin querer marchar de Nkhata Bay, hicimos una excursión en el día (a 45km al sur) hasta Kande Beach. La primera diferencia es la playa: arena blanca y fina, a unos 200m de la orilla hay una pequeña isla a la que se puede ir a bucear o hacer snorkel, las aguas cristalinas y poco profundas. Las playas aquí son kilométricas y el recuero de Fuerteventura (como canarias que somos) nos invadió. El lodge (Kande Beach) tiene un estilo muy distinto a cualquiera de los de Nkhata Bay, son simplemente diferentes.



Disfrutamos poco rato de la playa, el objetivo del viaje era otro: montar a caballo en Kande Horse. El rancho donde están los caballos, el lodge donde uno puede quedarse y el paraje alrededor, recuerda a cualquier otro sitio pero no se asemeja a ninguna imagen de África que tengamos en la cabeza. La ruta a caballo puede hacerse de 1 ó 2 horas, por el bosque, la playa o ambos. Nuestra ruta: 1h por la playa (pero tienes que atravesar desde donde está el rancho, en el bosque hasta la playa). Durante el camino, los niños se asoman a ver los caballos, los adultos se ríen de estos turistas que montan a caballo, y tu paseas. Despúes de caminar un poco por la arena paramos a desmontar. Ahora sí, ropa fuera, silla se montar fuera. Llevamos los caballos hasta el agua, nos metemos poco a poco hasta que el agua pasa el lo,o del animal y seguimos avanzando hasta que ni el guía ni el caballo tocan el suelo. Y por unos segundos "nadas" con el caballo.
"¿Quieres hacerlo otra vez?"
"¡¡¡Síiiiiiii!!!"


Con la segunda vuelta, ya salimos del agua. Ya no llevan las riendas los guías, sino nosotras. Volvemos a la arena y hacemos que los caballos se revuelquen en la arena. Termina nuestra experiencia. Vuelve a ser un momento que ninguna descripción hace justicia; hay que vivirlo.



El último baño en Kande, las últimas fotos y videos. La sonrisa no se nos fue de la cara, de vuelta a Nkhata Bay, comienzan las despedidas.


Maua.




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