La seguridad. Ese era otro tema del que quería hablar. Desde que estoy aquí la verdad que en ningún momento me he sentido inseguro o en peligro. Si bien es cierto, que se debe cambiar el chip. De vez en cuando escuchas a algún conocido que le han atracado. Sin ir más lejos, el otro día a una amiga y a un amigo, al salir del gym les atracaron a punta de pistola. No hay que ponerse nervioso, se les da lo que pidan y ya está, no se suelen poner agresivos. Es por ello que por la noche hay que estar un poco más atento, dejar el coche cerca de donde hayas ido y subir rápido y cerrar las puertas. Si se es prudente, no tiene por que pasar nada, y si pasa tomárselo con filosofía.
Por último quería dar una pincelada gastronómica. Todas las veces que hemos salido a cenar, la verdad que han sido un acierto. Hasta mi primera cena que fue en un chino, jajaja. Aquí el pescado es espectacular. Ayer mismo, me cene un pargo a la parrilla increíble en un restaurante que a primera vista parecía un poco cutre. De entrante nos pusieron unos chocos fritos que quitaban el hipo. La pena que no me llevé la cámara y no pude inmortalizar el momento. Pero os dejo la foto de otro plato que también me gusto mucho en un restaurante al lado de la oficina. Realmente no se qué pez era, pero nos lo sirvieron enrollado y relleno de unos langostinos, acompañado de arroz y algo parecido a unas espinacas. Muy rico.
Bueno, un placer seguiros contando mi vida en Luanda. La próxima os hablaré de las noches de Luanda. Luchen por ser felices.
Sigue gozando cabronazo!
ResponderEliminarCamara en el bolsillo siempre... nunca se sabe cuando vas a pillar un platazo ;)
ResponderEliminar