11 de octubre de 2011

Todo es empezar

Engarrafamento creo que va a ser la palabra más sonada durante todo el año. Y es que lo de Luanda no son atascos normales, esto es el caos. Coches por todos sitios, sin respetar ninguna norma de seguridad vial, tocando la bocina y atravesándose, toda una aventura que cada mañana me tocara sufrir durante un año. Hacer 10 kilómetros, supone al menos una hora en coche, pero en fin habrá que pelearlo y terminare comprándome una moto.

Tras casi una semana aquí, mis primeras impresiones son bastante buenas. Es cierto que la ciudad no es bonita, al menos lo poco que conozco de ella hasta ahora, que es poco. Aquí el tema de tener coche o moto es totalmente imprescindible, si no eres dependiente de que alguno de tus vecinos en la villa salga o vuelva a la misma hora que tu. También es cierto que toda la gente que por ahora hemos conocido se está portando genial con nosotros.

En la oficina por ahora el trabajo es muy light y básicamente estamos aprendiendo cómo funcionan las cosas. La gente allí también nos está tratando de lujo. Mención especial a Beto, conductor de la oficina y su hermano Raúl, que también nos han ayudado estos primeros días y nos han acompañado en nuestras primeras compras. La primera de ellas por cierto desastrosa, tres tíos licenciados y con un máster del universo, y salimos del supermercado sin agua mineral (aunque el agua es potable, sabe a rayos) ni papel higiénico, eso sí una caja de cervezas no se nos olvidó, además de la marca Sagres, que tan buenos momentos nos dio a Álvaro, a Soler y a mi durante nuestro viaje a Portugal cuando acabamos el máster en julio.

La casa no está mal, pero necesitamos hacerla algo más habitable, comprar algunos muebles para el salón, posiblemente una tele y sobre todo solucionar un problemilla de cucarachas en la cocina, que por más trampas y más spray que echamos no quieren irse. Y el resto de la villa donde estamos es genial. Tenemos una pista de padel, que al segundo día ya estábamos echando un partidillo, una de tenis, mesa de pingpong, y una cancha de futbol sala y baloncesto, que también hemos probado. Y sobre todo la piscina, que aunque no es muy grande espero darle bastante uso durante el año y ponerme algo en forma que ya toca.

En la próxima entrada os contaré nuestro primer fin de semana que lo pasamos fuera de la ciudad acampando. Besos y abrazos para cualquiera de vosotros que haya conseguido leer hasta el final.

4 comentarios:

  1. Primero: a la casa es hacerle no hacerla! (si te oye Milagros....)
    Segundo: ya no solo es que te hayas hecho un máster del universo, es que llevas casi 3 años viviendo solo y aunque en Madrid no compras agua, papel higiénico que no falte!!!!! Bss

    ResponderEliminar
  2. Hola! no se si te acordarás de mí. Soy Elohim del Moscardó, de vez en cuando leo comentarios que pones por el Facebook sobre tu estancia en Luanda y me preguntaba que tal te iba por alli, aunque por lo que escribes en el Blog parece que mal no te va jeje. ¿En que estás trabajando por alli? Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Que gozador!!!!!! Keep on going!!!

    ResponderEliminar
  4. Y esa mención a los tres astronautas!!! Que buena ma men!!!!

    ResponderEliminar