13 de septiembre de 2012

ÉSTA (CACA) ES FRESCA Y MALA ELECCIÓN DEL VESTUARIO


Salimos de Mulanje con dirección al Parque Nacional de Liwonde. La idea inicial era dormir dentro del parque (acampar), pero desde hacía un tiempo el camping estaba cerrado y solo quedaba en el interior el Lodge de lujo (que permite acceder al Santuario de Rinocerontes) que no entraba en el presupuesto. Así que hay que retroceder un poco en la carretera y se encuentran otros dos sitios donde hospedarse, nosotros nos quedamos en el Liwonde Safari Park, construido hacía 9 meses y regentado por holandeses afincados en Sudáfrica.
El sitio es idílico, tiendas de lujo para el que las quiera, habitaciones compartidas o camping con equipo para barbacoa al lado. Por supuesto, elegimos camping! Pegados a unos matorrales que parecía que podían protegernos de algún animal si pasase por allí durante la noche. Además zona de restaurante y zona de bar-reading area-chill out. Por cierto, aquí se hacen intercambios de libros y préstamos (como en otros tantos sitios donde estuvimos, leímos).

Ajedrez de madera

Como llegamos a medio día decidimos hacer el walk por la tarde y la ruta en coche a la mañana siguiente. Pero antes una paradita en el mirador. 

 Una fotito juntos!

Desde el mirador

En sí, la ruta a pie no entra en los límites del parque (separados por una ridícula valla de alambre) salvo para ver un impresionante Baobab de 4000 años. En Liwonde la entrada al parque (o la ruta a pie) se hace con ranger pero sin arma, así que bien pegaditos al hombre que él sabrá lo que hay que hacer.
Baobab de 4000 años!

Durante la ruta vimos diversos animales, pues como siempre, todo tipo de antílopes y pumbas varios. Te enseñan los restos que han ido depositando los distintos animales para que sepas qué tipo de animales se encuentra por la zona. Los “depósitos” de elefante ya los teníamos más que vistos. Y nuestro guía de repente pisa uno de ellos, nos mira y nos dice: “It’s fresh”. Ilusos de nosotros, pensamos que iría hacia otro lado, pero no, buscó la manera de estar lo suficientemente lejos y a la vez cerca para ver al elefante que por allí merodeaba. Nos encontramos al elefante en cuestión a menos de 20m!! Comiendo, plácidamente. Los elefantes ven hasta unos 30 metros pero sin embargo, tienen muy buenas capacidades olfativas y auditivas. Nos vio, así que siguiendo al guía nos escondimos entre los matorrales en silencio. Afortunadamente el viento soplaba del elefante hacia nosotros, así que ya no nos veía y tampoco nos olía, pero podía oírnos, así que SILENCIO!
Como el elefante insistía en buscarnos salimos de allí. Una vez fuera el guía le dijo a N que una camiseta roja (la de la selección de fútbol de Angola) no era el vestuario ideal, pero que nunca ponen pegas a los turistas. Y es que el rojo, es un color muy llamativo entre la naturaleza, así que si vas a alguna cosa por el estilo ya sabes: NADA DE ROJO, por si acaso, mejor verdes, azules, marrones…
Volvimos a ver a otro elefante también muy cerca, en este caso sí que nos veía, pero estaba al otro lado del río y al parecer no podía cruzar por la profundidad (sinceramente no me dio mucha confianza esa explicación pero…).

Elefante al otro lado del río, ese estaba lejos

Liwonde fue el primer sitio donde coincidimos con turistas 3 chicos que llevaban 6 meses viajando por distintos países de África y 2 chicas, una de ellas vivía en Mozambique, que hacían lo mismo (todos ellos americanos). La conversación fue interesante y los consejos sobre nuestra siguiente parda (Cape MaClear), que ya habían visitado muy útiles. Y una duchita de agua caliente en un baño espectacular con parte al aire libre y los sonidos de la naturaleza… marco incomparable! (reservada una para mi casa).
¡Cómo no, la noche fue entretenida! Después de haber estado tan cerca de dos elefantes y de ver que alrededor de la tienda había también más “depósitos” de elefante (aunque secos) uno duerme de otra manera. Durante la noche oímos bastantes ruidos, no eran elefantes seguro (son animales muy grandes estos era ruidos menos “pesados”), pero eran ruidos al fin y al cabo. No sabemos si fue un pumba o qué, pero a la mañana siguiente un perro dormía plácidamente junto a la tienda (menos mal que por la mañana encontramos un perro).
Amanecimos temprano y nos fuimos a hacer la ruta en coche, esta vez sí entras en el parque (¡que no se hace responsable de los daños que puedan ocurrirte!). El día estaba horroroso, muchísimo viendo y bastante frío, así que vimos pocos animales. Volvimos a ver elefantes, el conductor se aseguró de estar bastante cerca de unos que comían entre los árboles. Más variedad de ciervos, no conseguimos ver búfalos, pero vimos una manada de 13 elefantes con un montón de crías de distintas edades. A éstos no nos acercamos, ya dijimos que podía ser muy peligroso así que mejor prevenir!

 Hay muchas crías, saca la foto no vaya a 
ser que vengan a visitarme!

 Las palmeras salen de la nada

Los elefantes de un lado a otro

Re-desayunar, recoger, despedirse y… próxima parada: Cape MaClear y Lake Malawi National Park!!!
PRETTY PINK FLOWER IS POISON

PD: Tenía que ponerlo, la tienda Bata está en cada esquina!


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