15 de septiembre de 2012

MAYOKA VILLAGE SINÓNIMO DE RELAX


Salir de Cape MaClear fue duro. Bueno, realmente las horas de coche, 7 horitas hasta Nkhata Bay!!! Lo primero nos repartimos el trayecto porque salimos tempranito del Fat Monkeys. Eso sí, el único tramo que conduje yo, encontramos por el camino que estaban haciendo prácticas militares. Vaya nervios, hay que tener en cuenta que conducir por África no suele ser igual que conducir por la selva madrileña (pese a que en Malawi se conduce bastante bien) y además hay que añadirle que se conduce al revés que España.


Llegamos bien a Nkhata Bay pero tarde, la cocina del Mayoka Village ya estaba cerrada. Afortunadamente la atención en el Mayoka Village es excelente y nos hicieron de comer, como todos los días muy bien. En principio esperábamos otra cosa; playa de arena blanca, pero no era un lateral rocoso del lago, la zona norte. N, tan valiente como siempre, decidió darse un baño en el lago después de plantar la tienda donde posteriormente dormiríamos.

Aquí plantamos la tienda y con esto 
amanecimos 3 días

El Mayoka Village está situado y construido en una colina en la zona norte del Lago Malawi, adaptando las escaleras a las piedras para llegar a los distintos niveles, con espacios de donde hay casas de piedra, zonas de acampada, hamacas y tumbonas a las orillas del lago, plataforma en el lago en la que reposar, baños con la parte superior abierta (lo dicho, yo quiero uno para mí casa) y una gran zona bar-restaurante-zona de distracciones varias. Ofrecen de forma gratuita gafas y tubo de snorkel, kayaks y el barco tradicional (dugout) y un circuito de día completo en barco para otras tantas actividades. Lamentablemente no estábamos un martes. Además organizan varias actividades con Chimango Tours (una compañía local). Tienen huerto propio, así que las verduras eran de primerísima calidad (la menta estaba plantada junto a nuestra tienda, espectacular el olor). Desayuno y comida corre de tu cuenta y de cena podías elegir del bufet del día (1400Mk = 5$), pero hay que pedirlo antes y se sirve a las 6:30. El primer día no sabíamos esto, pero aún así pudimos comer del bufet: pescadito del día, con verduritas asadito todo (riquísimo). Después de cenar (y como cada sábado) se organizó un torneo de billar en el que para participar hay que poner 200Mk (0.71$). N cayó en la primera vuelta, pero fue divertido. Durante la noche hubo música hasta muy tarde y es que había un festival de música en Nhkata Bay, más que la música, fueron molestos los perros que decidieron hacernos compañía durante la noche. Pero desayunar como los campeones (Farmhouse breakfast = 2 huevos + 2 tostadas + baked beens + salchicha + beicon + papas + zumito) en esa terraza con esas vistas… (me repito, lo sé, pero tenían que estar ahí).
Desayunar y cenar con semejantes vistas...

Entonces pedimos el equipo para bucear y nos fuimos bordeando la costa a una playita de arena a unos 500m.

Bordeando el Mayoka para llegar a la playa

Arena blanca y solitaria, pero al ir nadando no tenemos fotos que certifiquen lo que vimos. Un ratito al sol y de vuelta al Mayoka. Pasamos la tarde sin hacer absolutamente nada más que leer, relajarnos y hacer vida contemplativa.

 Mirarnos el ombligo y nada más

 Mirar al lago plácidamente 
o remojarnos en él

Probamos la famosa (con todas las de la ley) tarta de chocolate que hacen fresca cada tarde. Nos dimos un baño y reposamos en la plataforma con los últimos rayos de sol, duchita y a cenar. Esa noche el bufet era de pizzas caseras en el horno tradicional. Por fin conocimos a una turista española (y de Zaragoza para más inri!), Celia y a su pareja Guy y nos contaron de su maravilloso año sabático del que quedaban aún más de un viaje que hacer. Los perros volvieron a darnos la noche (les gustamos demasiado), pero volvimos a reponer fuerzas con el señor desayuno y volvimos a nuestra playita, pero esta vez nos encontramos allí con mujeres y niños aseándose y lavando ropa. A la vuelta comimos (muy recomendable la comida thai que servían) y decidimos que era hora de salir del Mayoka, visitar y comprar cosas en Nkhata Bay. Nada más salir del lodge encuentras puestecitos con suvenires. En Malawi se trabaja muy bien la madera y después de ver todos los puestos, de comprar unas telas y un bolso nos fuimos a regatear nuestros regalos y recuerdos (nadie se ha quejado de su regalo). Además nos enseñaron a jugar al bao (sigo arrepintiéndome de no haberlo comprado). Noche de bufet: curry de pollo o veggie (para salirte la comida por la boca). Esa noche sí descansamos porque había otra tienda a nuestro lado, nuestra última noche en un trocito del paraíso. Pero al dormir en tienda, en cuanto sale el sol te tienes que levantar, y eso hicimos. A la mañana siguiente nos despedimos de los trabajadores del Mayoka, ya nos quedaban 3 lugares a los que ir en esta aventura, veíamos que se acercaba el día de marchar y no queríamos; y mucho menos después de esos 3 días. ¡Yo repito!

 El barco que no llegamos a coger 
(foto sacada de la web del Mayoka Village)

Señor de 81 años que vendía chocolatinas 
en el Mayoka, el hombre se dormía con facilidad 
y ahí se quedaba sin inmutarse de los 
ruidos de alrededor (foto sacada de internet)

Para más información de este maravilloso lugar: Mayoka Village

En la próxima entrega, la tercera y última aventura con elefantes.

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